Saturday, June 13, 2015

El Museo Nacional de Arte presenta la muestra “retrospectiva de homenaje Mario Unzueta Urquidi”

El Museo Nacional de Arte presenta la muestra “retrospectiva de homenaje Mario Unzueta Urquidi”, en conmemoración a los 110 Aniversario de su nacimiento. La exposición que será inaugurada el miércoles 17 de este mes, está compuesta por un centenar de obras del artista cochabambino, las mismas que provienen del préstamo de una treintena de coleccionistas privados de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

José Bedoya Sáenz, curador del Museo Nacional de Arte y de la muestra señala: Referirnos al desarrollo conceptual y espiritual de la pintura de Mario Unzueta, es retrotraer nuestra mente a una Cochabamba enclavada en un entorno rural, en el que la relación con la tierra y los elementos de la naturaleza, se daban en un paisaje pródigo en la variedad de su vegetación, un valle de campos amplios para la producción de cereales, verduras y la crianza de diferentes especies de ganado. Estas características, sumadas a una atmósfera rica en oxígeno que permitía la vibración de la luz, de manera diferente a la transparencia del altiplano, moldearon su espíritu y lo llevaron a interpretar aquella relación íntima, entre el medio ambiente y el hombre de los valles con gran maestría, permitiéndo descubrir la riqueza de nuestro paisaje y la visión de nuestras culturas fundadas en su relación con la Madre Tierra, la producción agrícola y los elementos de la naturaleza.

"A diferencia de otros artistas de su generación, Mario Unzueta, fue más allá del paisaje, o de la figura idealizada del indígena, para mostrarnos –a través de una serie de cuadros– el sentido mítico y ritual de la relación entre el hombre de campo y los productos de la tierra como el maíz, para acercarnos a la religiosidad andina, a través de seres de configuración pétrea, y finalmente, para hablarnos de una sociedad pequeña en la que los elementos de la religiosidad popular produjeron una transculturación con elementos de la religión católica".

Unzueta fue un hombre polifacético, que perteneció a un entorno familiar tradicional, en el que se constituyó en un eje articulador, amigo de intelectuales y artistas con los que compartió la escena. Hombre de sensibilidad extrema, que en sus trabajos retrató a miembros de su familia y amigos con gran maestría, captando tanto en elaborados retratos al óleo, como en apuntes y dibujos, los rasgos fundamentales de la personalidad de los retratados, además de la relación filial o de amistad que los unía.

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