Sunday, March 1, 2015

Santa Teresa reluce tras su restauración

“Gracias, Señor porque has permitido que hagamos esto”. Ésas son las palabras que el capellán del Templo de Santa Teresa, Linton Guzmán, no se cansa de repetir al ver concluida la restauración de la iglesia construida en 1760 en devoción a la Virgen de El Carmen y convertida hoy en parte del patrimonio religioso. El lugar, ubicado en el centro de la ciudad, fue diseñado por el arquitecto jesuita Santiago Cambiasso, tiene aspecto de fortaleza medieval y una planta polilobulada (techo en forma de tomate).

La edificación es de estilo colonial-neoclásico quedó inconclusa y sufrió varias modificaciones. La restauración se realizó con un financiamiento de 200.000 dólares del Fondo para la Preservación Cultural de la Embajada de Estados Unidos, los feligreses y la órden. La obra fue declarada patrimonio histórico, cultural y arquitectónico por el municipio y el Gobierno.

La restauración del templo se realizó en más de un año con la participación de 50 especialistas en retablos, pintura, lienzos y esculturas de Cochabamba, Sucre y Potosí. Los trabajos fueron dirigidos por los arquitectos Mario Moscoso de Bolivia y Simone Rinaldi de Italia. Los religiosos Linton Guzmán y Armando Sejas supervisaron el proyecto.



Obra

La restauración estuvo acompañada por una serie de descubrimientos como el de los medallones teologales: la Fe, la Esperanza y la Caridad. Además, de una fila de cinco confesionarios de 1900, un pórtico de piedra, retablos de pan de oro, un púlpito, una cámara rotativa, pinturas y pasadizos que fueron tapiados.

Entre los arreglos resalta el piso de mármol de dos colores que delinea el escudo de la Orden de las Carmelitas Descalzas, fundadora del templo y convento, actual guardiana del lugar. En medio de cada uno de los cinco retabloso altares lucen lienzos con representaciones de la obra religiosa minuciosamente reparados. En la parte superior están imágenes que simbolizan las tres virtudes. Otro de los atractivos son las lámparas con cristales de roca importadas de Europa que cuelgan del techo de la iglesia.

Guzmán informó que utilizaron instrumentos y técnicas de restauración antiguas. El pintor Carlos Pérez empleó tierra amarilla y ocre de Potosí con mezclas de baba de pencas de tuna, huevo y sal macerados que sirvieron para las paredes.

Moscoso informó que la restauración también develó otros hallazgos como dos tornos o cilindros rotatorios utilizados por las religiosas para comunicarse con el exterior. Resaltó que parte de los trabajos más importantes “no se ven”. Entre ellos, la instalación de venas de aire por debajo de la nave principal del templo y los muros para evitar el deterioro por la humedad. Por otro lado, la renovación del sistema eléctrico a través de ductos que circulan por pisos y paredes junto a un sistema de iluminación.

La iglesia será abierta al público el 28 de marzo en ocasión del V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, fundadora de la orden Carmelitas Descalzas. Obispos de Cochabamba celebrarán su reapertura con toda la feligresía en una eucaristía especial.

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