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Monday, November 14, 2016

Museo Militar: La joya que encapsula historia

Cobijado en un edificio colonial, ataviado de imágenes, nombres y objetos de algunos de los episodios que marcaron la historia y el rumbo de Bolivia, se encuentra el Museo Histórico Militar Mariscal Antonio José de Sucre, en pleno centro de la Capital, tan único como olvidado. En sus ambientes se encuentran objetos y reseñas que nos ayudan a repasar la Guerra del Pacífico, del Chaco, del Acre, las Guerrillas y la creación y fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y el Ejército, pero pese a que es uno de los pocos lugares donde se puede apreciar tantos detalles de hechos bélicos en los que los ciudadanos entregaron sus vidas por el país, pasa bastante desapercibido entre la población. El ingreso al Museo Histórico Militar cuesta sólo Bs 5, aunque para estudiantes que vienen en grupo la entrada baja de costo a Bs 1; su ubicación está en pleno centro de la ciudad, pero de todas maneras muchas personas desconocen su existencia, comenta el director del Museo Histórico Militar, coronel Dante Rosa, para quien es curioso que cuando toma un taxi y pide que le lleven al mencionado recinto, los conductores dicen que no saben dónde es, pese a que conocen la Región Militar que es donde se encuentra el repositorio. EL MÁS EQUIPADO El museo militar en Sucre es el más completo de todo el país, porque es el único que tiene espacios dedicados a las tres Fuerzas Armadas: el Ejército, la Armada Boliviana y la Fuerza Aérea. Si bien hay museos en las distintas unidades militares como política de las Fuerzas Armadas, con objeto de incentivar el fervor cívico-patriótico, explica Rosa, el de la Región Militar tiene objetos especiales. Tesoros de la historia, por así decirlo. “Acá contamos no sólo con armas o historia del Ejército, sino de cada fuerza”, remarca el Director. El Museo cuenta con una sala del Ejército donde se organizó objetos de manera cronológica, desde el nacimiento de la República hasta la guerrilla de Ñancahuazú. En otra sala se tiene la exposición correspondiente a la Fuerza Aérea que cuenta también con una galería de comandantes, héroes y el armamento que se utilizó en la Guerra del Chaco, por ejemplo. La Armada Boliviana también tiene un espacio especial, con réplicas de las naves con las que cuenta y contó la Armada, además de cuadros del histórico cañonero que perteneció a Bolivia y fue parte de la Guerra del Pacífico. LO MÁS DESTACADO Entre los objetos más destacados que componen las muestras del Museo Histórico Militar se encuentra un cañón que fue fabricado después de la Guerra del Pacífico, cuya única diferencia de los que se usaron en esa época es que éste, ubicado al ingresar el museo, tiene estrías. Además se tiene otro parecido al denominado “Hualaycho” utilizado en la Guerra de la Independencia. Otro cañón que se exhibe en sus ambientes es uno de Paraguay que se cree se obtuvo durante la Guerra del Chaco. “Tenemos otro cañón paraguayo que me imagino fue desmantelado y se trató de darle forma pues no tiene ruedas y se le improvisaron unas para que tenga su postura imponente de cañón”, comenta Rosa. Siguiendo con los cañones, el museo tiene otros que fueron parte de la Segunda Guerra Mundial y se trajeron al país para el adiestramiento del personal. Otro de los elementos que destacan dentro del museo es el hecho de que se tiene una lista de los que participaron en el Destacamento 111, en la Guerra del Chaco, el grupo de tropa más destacado de ese encuentro bélico porque demostraron la valentía del soldado boliviano al defender Boquerón. La lista se trabajó con bastante prolijidad con base en la documentación existente de las partes que se enviaban en la guerra. Familiares de aquellos que participaron en la Guerra buscan información de sus antepasados y suelen acudir al museo militar donde incluso se extiende una certificación. “Acá se formó el Destacamento 111 y todo chuquisaqueño debería sentirse orgullo, por la gente profesional y culta que fue a luchar”. Como parte del Destacamento, se formaron cinco compañías, la primera fue a pie desde Sucre hasta el lugar del enfrentamiento en la frontera con Paraguay, mientras que las siguientes cuatro fueron transportadas en motorizados hasta la guerra. Si bien no se tiene un detalle del lugar de origen de los soldados que fueron parte del Destacamento 111, se sabe que no sólo participaron hombres de la Capital, sino también de las provincias de Chuquisaca y del norte potosino, como Ravelo, entre otras localidades. Sin embargo, una de las piezas más nuevas y atractivas con las que cuenta el museo son los restos momificados de dos soldados que cayeron en la Guerra del Pacífico y que fueron repatriados desde Perú el año pasado, luego de haber sido encontrados siete años atrás. De acuerdo con Rosa se están haciendo todos los esfuerzos necesarios para que las momias puedan estar en exposición, una meta para la que necesitan unas urnas especiales valuadas en unos Bs 20.000 que esperan adquirir a través de un proyecto que se preparará entre las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Culturas, al que ya le hicieron la solicitud. El Ministerio de Culturas y las Fuerzas Armadas de Bolivia (FFAA) preparan un proyecto para garantizar el tratamiento permanente de este patrimonio histórico correspondiente a la Batalla del Alto de la Alianza. Tras una supuesta denuncia de que las momias corrían riesgo de deterioro, el director del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Antropológicas de la Universidad San Francisco Xavier, Edmundo Salinas, informó que los restos son sujetos de constantes controles para su preservación y que en abril de este año, un equipo multidisciplinario de la casa de estudios superiores realizó un cultivo de hongos en cajas petris que resultó negativo, además de verificar que la humedad en las actuales urnas subió sólo un grado y que ese cambio no afectará a los restos que se encuentran saludables. Su recomendación es la compra de las urnas que determinaron para este tipo de tejidos. RECUPERACIÓN DE ARMAMENTO Debido a que muchos soldados trajeron consigo algunos objetos una vez concluida la guerra, es muy común que familiares tengan en su poder fotografías, medallas o incluso, granadas. Este año el personal especializado del Museo Militar recogió dos granadas y cajas de uso militar, las que desactivaron e hicieron mantenimiento para su exposición. “Tenemos protocolos para su manejo, si es que (alguien) tiene en casa les invito a que puedan avisarnos porque sí es un riesgo y no sabemos en qué estado están, es mejor que estén en un lugar seguro, acá las desactivamos y exponemos”, comenta Rosa al recomendar a la población que acuda al museo en caso tenga algún objeto que parezca armamento militar. Pronto, el Director del Museo Militar espera ir a un domicilio en Cochabamba, tras la visita de una persona que les informó que al parecer tiene “granadas o algo similar” en su casa, dejada por uno de sus abuelos, por lo que el recojo puede hacerse incluso de otras ciudades. Asimismo, una de las labores que demanda bastante atención es el mantenimiento del edificio al ser una construcción bastante antigua; además, este año el museo logró tener más personal para trabajar, aunque el Director del museo afirma que le gustaría tener un mecánico armero que pueda ayudar a desmontar o arreglar el armamento que requiera de mantenimiento. Actualmente el museo cuenta con un soldado guía y cuatro suboficiales que están en condiciones de removerse como guías y que cuando no hay visitas desempeñan funciones de mejoramiento y reparación de las instalaciones. Si bien algunas unidades educativas visitan este museo, es cierto que falta promover más este y otros sitios que reúnen en sus ambientes objetos inigualables para entender la historia del país y de la región.

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