Casa de la Libertad pasa a ser centro de protesta

PARA TOMAR EN CUENTA

En los últimos cuatro meses, la plaza 25 de Mayo recobró su característica de lugar de encuentro y ocio, pero la Casa de la Libertad se convirtió en punto de algunas manifestaciones.

En el último tiempo, la puerta de la Casa de la Libertad fue escenario de manifestaciones de protesta o reivindicaciones que de algún modo perjudicaron la circulación de turistas.

Algunas personas que observaron estas expresiones, manifestaron su sorpresa por ese tipo de acontecimientos porque antes no se daban y advirtieron que si no se cortan a tiempo, podría volverse una mala costumbre.

La Casa de la Liberta es el monumento más importante del país y uno de los atractivos turísticos de Sucre más visitados por ciudadanos nacionales y extranjeros. Además, es el monumento que más respeto y civismo infunde.

Hasta no hace más de cuatro meses, la plaza 25 de Mayo era escenario de todo tipo de acontecimientos, incluida la venta de comida; más que un lugar de encuentro y descanso ya parecía un campo ferial.

Aunque no se erradicaron del todo, las actividades disminuyeron y la plaza central de la ciudad volvió a recobrar su encanto, lo que ayudó la prohibición del parqueo de motorizados en las cuadras que dan al Palacio Consistorial y a la Gobernación de Chuquisaca.

Entre los últimos grupos que se movilizaron en reivindicación o protesta estuvieron una organización feminista, que rindió su homenaje a Juana Azurduy, y estudiantes que cuestionaron el accionar de la Federación Universitaria Local de San Francisco Xavier.Los protagonistas se instalaron en la acera y calzada, en plena puerta de ingreso a la Casa de la Libertad, cerrando prácticamente todo paso de entrada y salida a ese recinto sagrado de la Patria.

De hecho, según observó este diario, los turistas que querían ingresar a visitar el primer monumento nacional no podían hacerlo y los que estaban dentro no se animaban a salir.

Ambos hechos fueron seguidos con impotencia por las personas que demandaron mayor respeto y con pasividad de parte de las autoridades municipales y policiales, que ni siquiera se acercaron para persuadir a los manifestantes de que se retiraran del lugar o por lo menos se hicieran a un costado para dejar expedito el paso.