La actividad, que contó con la participación de bebés hasta niños de 12 años, comenzó con 75 pequeños, quienes disfrazados de ranas salieron en “farándula”. Ésta partió de la avenida Potosí y ciclovía y concluyó en el museo.
Allí, los asistentes participaron de varios juegos de concientización sobre la importancia de las ranas en el medio ambiente, entre ellos, una carrera denominada “Saltando como una rana”.
De igual manera, algunos niños escalaron bloques simulando ser como las ranas que trepan árboles, explicó Lizárraga. En el juego “hábitats”, los asistentes se informaron que estos anfibios pierden su hogar producto de la mano del hombre.
En la jornada, uno de los personajes que se robó los abrazos y besos de los niños fue la rana “Telma” que representó a la rana gigante del Titicaca (Telmatobius culeus), la cual está en peligro de extinción y es endémica.
Las ranas absorben a través de su piel nutrientes y contaminantes razón por la cual “el ambiente y el agua que habitan son limpios”. También son controladores biológicos porque se alimentan de mosquitos.
APLAUDEN ACTIVIDAD
Los padres de familia que llevaron a sus hijos expresaron su agradecimiento y satisfacción a través de la página de Facebook del museo. Tal es el caso de Andrea Padilla Zeballos, quien publicó: “Mis hijos se divirtieron muchísimo! Ahora no paran de preguntar sobre las ranas, quieren saber más y más! Más actividades como esta, por favor! Felicidades y muchas gracias!”. Lizárraga enfatizo que las actividades buscan que la población tome conciencia sobre su conservación.
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