El objetivo es estimular, sobre todo en los niños, el deseo de soñar, imaginar, jugar y conocer todas las leyendas que existen alrededor de la figura del Dios de la Abundancia y de la Illa.
En las paredes externas de la pequeña casa se halla pósters con información sobre la leyenda del Ekeko referida al cerco protagonizado por el líder indígena Tupac Katari y la provisión de alimentos que el Ekeko otorgó a quienes creyeron en él.
En la Fuente de los deseos hecha de materiales reciclables, se distingue una variedad de monedas de color oro y plata, unas cuelgan otras están sobre el piso
acompañadas de piedras y otros elementos.
El Museo de la Miniatura es un espacio mágico donde todo es pequeño, las habitaciones, las camas, los muebles y las singulares frazadas para cubrir a sus habitantes del frío.
Los niños hacen fila al ingreso del singular atractivo y visitan el lugar junto con sus padres y hermanos.
Muchas Historias
En el recorrido por la Casa del Ekeko se halla diversas explicaciones sobre la figura de la “Illa”, aún no se sabe con certeza si la pequeña figura fue o no pareja del Ekeko. Otras explicaciones aseguran que tanto el Ekeko como el sapo son “illas”, es decir, figuras pequeñas con poderes sobrenaturales, antropomorfas. Lo cierto es que mucha gente se acerca a la réplica de la Illa y le acaricia la panza, “quiero tener un bebé y me dicen que ella puede hacer el milagro para que este año espere un hijo”, relató Carmen, quien llevo a sus sobrinos a visitar la Casa de la Miniatura y que luego de eso, acarició el vientre de la figura.La pequeña escultura fue y es un ídolo o figura de la época del incario que en el Cusco y en todo el territorio de sus dominios (Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Bolivia), merecía reverencias sagradas.
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