Sus desechos se convirtieron en un elemento no sólo antihigiénico sino también corrosivo para los monumentos patrimoniales de Sucre y de todo el país.
“Hay un daño tremendo, los techos se destruyen. En Sucre son una verdadera plaga, la piedra del frontis está siendo corroída por el excremento de las palomas”, declaró el custodio de la Casa de la Libertad, Mario Linares.
Pese a que se hacen esfuerzos por preservar el patrimonio y más aún cerca de las fiestas por el Primer Grito de Libertad, las palomas ocasionaron la destrucción de las tejas, permitieron el ingreso de humedad a las vigas y corroen la construcción.
Ante esa situación, piden a las autoridades locales realizar acciones concretas para proteger los monumentos de la Capital.
“Hemos pedido (que atiendan el problema), siempre estamos haciendo notar eso. Hacen esfuerzos desde la Alcaldía pero no los suficientes”, comentó Linares.
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