Saturday, May 30, 2015

Más de 300 piezas guardan la historia en el museo de Padcaya



El museo de la Parroquia Purísima Concepción de Padcaya se encuentra cerrado a la espera de su restauración y construcción de nuevos ambientes, que permitan ubicar las piezas de museo con contenido religioso que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX.

La parroquia de Padcaya es una de las más antiguas de Tarija y fue construida en 1789. Su infraestructura y las interesantes piezas de museo que alberga, además de su ubicación en un pueblo de casas antiguas de arquitectura conservada, hacen de este lugar un espacio imperdible para visitar.
De acuerdo al actual párroco,Walter Sandoval, se ha luchado por conseguir la aprobación del proyecto de refacción y construcción de ambientes adicionales para la parroquia, esto permitirá posteriormente destinar ambientes apropiados para las piezas de museo que actualmente están en una habitación pero sin las medidas de conservación necesarias.
“Ya se ha aprobado en la Asamblea”, explicó en relación a la ley que fue promulgada en 2014 y dijo que ahora sólo falta que las autoridades del área den inicio al proyecto.
Las piezas del museo consisten en libros de los siglos XVII, XVIII y XIX. Textos que versan sobre temas religiosos y que son propios de las órdenes religiosas que pasaron por la zona, en este caso los Franciscanos.
Se pueden observar también vestiduras utilizadas por los diferentes párrocos en diversas épocas, éstas se encuentran muy bien conservadas pese a que están desprotegidas y sin las medidas necesarias de conservación.
Del mismo modo se observan los objetos litúrgicos propios del ritual de la comunión como el cáliz, ubicado en alacenas de vidrio pero sin una clasificación que indique la época de su fabricación y uso.
En el museo se encuentran también los registros de certificados de nacimiento y partidas de defunción desde por lo menos el siglo XVIII. En ellos se puede apreciar la tapa hecha en cuero rústico y las letras escritas a pluma por los escribanos de la época, con sus caligrafías perfectas.
En una habitación aparte, a falta de espacio, se conservan algunos artículos que fueron utilizados por los franciscanos como: una plancha, cámaras fotográficas y un viejo acordeón.
Además descansan allí fósiles de mamíferos gigantes que también son piezas del museo que fueron encontradas por los alrededores de la parroquia de Padcaya. Actualmente en los alrededores del pueblo aún se pueden encontrar una gran cantidad de objetos paleontológicos por lo que las autoridades deberían hacer un trabajo de exploración que permita rescatarlos y preservarlos.
“Han venido los de Patrimonio y nos han dicho que van a mandar a una persona experta para hacer la clasificación de las piezas”, afirma Sandoval.
De acuerdo al padre Walter Sandoval, en otros lugares que ha podido visitar se le da mucha importancia a la conservación de la riqueza y patrimonio cultural. Añade que el edifico de la parroquia y el mismo templo forman parte del patrimonio de Tarija ya que su arquitectura habla de la historia y tradición católica en la región.
Como en todos los pueblos y sobre todo en los ambientes religiosos, en torno a la parroquia de Padcaya se tejen muchas leyendas, el párroco narra que en el pueblo existe una historia sobre la habitación en la que conserva parte de las piezas de museo.
Se trata de una habitación de adobes de barro en la que se observa un canal que es parte de una vertiente en donde permanentemente fluye agua, cuyo origen se desconoce pero Sandoval señala que se investigará cuando se dé curso al proyecto de reconstrucción de esta parte de la parroquia.
De acuerdo al padre Walter Sandoval, una leyenda muy difundida señala que en la parroquia se había escondido un tesoro, comúnmente conocido como “tapado” y que era buscado por una persona junto con un albañil. De esto hace muchos años.
“Cuentan que aquí se encontró un tapado, existía siempre la idea de que en las parroquias se ocultaban este tipo de cosas y un habitante del lugar, según cuentan, lo encontró con un albañil y el tapado le ‘sopló’, y enfermó, esta persona murió un año después y dicen que el albañil se llevó el tapado”, relata el padre.
Existen muchas historias que se convirtieron en leyendas y cuya veracidad es difícil de certificar debido a que no fueron documentadas ni escritas, por lo que forman parte de la tradición que estaba basada en la trasmisión oral de la historia de los pueblos.
Por ello es necesario darles la importancia que se merecen los documentos y objetos que aún se conservan en el museo y que pueden aclarar ciertos aspectos de la historia de Padcaya y de Tarija.

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